Autor: admin | 12/08/2016
Por Julio Brito A.
Hace un poco más de un año Renault de México estaba de capa caída. Su situación era crítica porque no solo se estancaron las ventas, sino que retrocedieron de manera importante, a pesar de que bajaron el perfil de sus vehículos y cambiaron de los producidos en Francia a los ensamblados en otras partes del mundo, en especial Asia. Pero la estrategia no fue suficiente. En ese ambiente adverso, grupo Nissan-Renault decidieron traer a gente de experiencia en el mercado mexicano, que los conociera y pudiera revivir una marca que languidecía inevitablemente. Eligieron a José Luis Montiel, un ejecutivo que se hizo en las trincheras de Nissan y que empezó a vivir un crecimiento profesional importante en los primeros años de la década pasada.
Aquí en México sucede un fenómeno interesante, porque se considera que Nissan fusionó a Renault, cuando fue exactamente lo contrario. Lo que pasa que en México Nissan tiene mayor presencia que la marca francesa.
El principio fue difícil porque las nuevas generaciones no identificaban a Renault con una maca de autos, así que fue como empezar desde cero. Hoy, a 14 meses de tomar las responsabilidades, la marca tiene resultados muy alentadores, al cierre de julio las ventas repuntaron 31.3 por ciento con ventas sobre las 16,373 unidades, cuando el año pasado a estas alturas apenas llevaban 12,473.
Renault está de regreso con un crecimiento importante. Las cifras respaldan un trabajo tesonero en donde hay dos elementos importantes que son el sello de José Luis Montiel: uno, el servicio posventa, en donde Renault llegó a ocupar el último lugar y segundo un sabio manejo de sistema de financiamiento. Sin créditos no hay ventas, pero además le pone el cascabel al gato al ofrecer planes que llaman la atención.
Se espera un cierre sólido de año y Renault podría estar sobre las 20 mil unidades anuales, lo que se puede considerar como un éxito, para una marca en donde muchos ya le estaban formando el cuadro.