Autor: admin | 13/06/2014
Fotos y texto: Roberto Pérez S.
Fabricado en la nueva planta de Salamanca, Guanajuato, la tercera generación del Mazda3 Hatchback 5 puertas 2014 presume además de un mayor tamaño, calidad y tecnología en todos sus apartados, el nuevo motor de 4 cilindros 2.0L SKYACTIV-G – que se produce también en esta factoría– que por un lado ofrece un manejo muy agradable y una estabilidad asombrosa en todo momento, y por el otro la gran ventaja de ofrecer muchos kilómetros de diversión por litro y emisiones CO2 muy reducidas.
Fotos y textos realizados en la nueva iPad Air de 120GB de Apple
Esto lo hemos podido comprobar tras haber conducido por una semana al Mazda3 hatchback i Touring –la versión intermedia por la que se piden $256,900–, y que a nuestro juicio lo hacen la versión muy atractiva frente a sus rivales por equipamiento, calidad, consumos de combustible y precio.
A simple vista el Mazda3 hatchback luce diferente, y lo es. La carrocería es diferente gracias al nuevo concepto de diseño de la firma nipona, que ha denominado Kodo (alma en movimiento en japonés) deja al Mazda 3 muy cerca del dinámico diseño del Mazda 6, con un frontal alargado y una cabina que da la sensación de estar retrasada como en un BMW Serie 1. La vista trasera es la de un coche dinámico y poderoso. Además de la característica parrilla en forma de “V” y la cintura alta –detalles comunes en los Mazda actuales–, el Mazda3 añade un punto personal con una trasera muy recogida, casi de estilo coupé, aspecto que se ve reforzado por unas líneas más esculpidas y dinámicas que le proporcionan un coeficiente aerodinámico de 0,275 Cx, un valor inmejorable logrado gracias a un dispositivo móvil que cierra o abre el paso de aire hacia el motor.
En cuanto a su tamaño, sus nuevas dimensiones son mayores que antes: la carrocería de cinco puertas mide 4,465/1,795 y 1,450 mm, o lo que es lo mismo, gana cinco milímetros de largo y 40 de ancho, aunque pierde 20 de alto. Además, aumenta su distancia entre ejes en seis centímetros, por lo que tiene un aspecto más robusto, con un interior algo más espacioso y una mejor estabilidad sobre el asfalto.
INTERIOR CON MÁS CONFORT, CALIDAD Y EQUIPAMIENTO
La mejora del habitáculo es otro de los puntos fuertes respecto a la anterior generación del Mazda 3. Todas las superficies son de mayor calidad a la vista y al tacto. Destacan detalles como el magnífico volante de cuero y el tacto de los botones y mandos.
Mención a parte merece la buena postura al volante, con un asiento que parece un guante a medida, con los pedales bien alineados y una instrumentación análoga muy completa, así como una estupenda ubicación de todos los mandos e información para no distraer la atención del conductor del camino.
Tras recorrer los primeros kilómetros se nota el estupendo trabajo que los ingenieros de Mazda invirtieron para conseguir una postura de conducción envidiable, incluso en el espesor del mullido de cada parte del asiento para transmitir una elevada sensación de conducción.
El mando HMI rotativo se complementa con cinco botones periféricos, uno para cada dedo. Todo se ha reposicionado, desde los pedales a la postura de conducción, altura de asientos.
El diseño busca más la calidad percibida que la sorpresa a la vista. La pantalla flotante en el tablero es un recurso que ya hemos visto en otros modelos, las salidas de aires son de estilo convencional y la única concesión a un diseño animado es el cuadro de instrumentación con un tacómetro en el centro, velocímetro digital y dos pequeñas pantallas de información a los lados. Nos gusto mucho el confort de marcha y la sensación de coche de calidad en general, es como si el Mazda 3 hubiera pasado de generalista a Premium.
AL VOLANTE
Nuestro Mazda3 sorprende por el alto agrado de conducción y las rápidas reacciones de una carrocería que raramente se insinúa ante la firmeza de la suspensión y la efectividad de una dirección neutra y precisa que favorecen las inclinaciones controladas en plena curva sin necesidad de la intervención del ESP.
El nuevo motor SKYACTIV-G 2.0L de 155 Hp a 6,000 rpm y 148 lb-pie a 4,000 rpm, asociado a la nueva transmisión automática SKYACTIV-Drive de seis velocidades; nos han dejado un agradable sabor de boca por su perfecto compromiso entre confort y ahorro de combustible
Esta mecánica no lanzará la cabeza hacia atrás en las aceleraciones, ni sorprende por su explosiva respuesta, pues Mazda Mazda se ha enfocado más en ofrecer un motor que entrega de manera lineal y constante la potencia para brindarnos un manejo cómodo y agradable, donde el ahorro de combustible y las bajas emisiones tóxicas son su razón de ser.
El Mazda3 se siente más suave en su marcha, filtra las imperfecciones del camino como no lo hacía el anterior y se siente menos. La dirección eléctrica es más directa rápida y aporta finura a las trayectorias, mientras que el esquema de suspensiones independiente a las 4 ruedas (MacPherson con barra estabilizadora adelante y Multi-Link con barra estabilizadora atrás) muestra una puesta a punto firme, pero con un alto nivel de confort. Las nobles reacciones del Mazda 3 dan para disfrutar de una conducción ágil en carreteras sinuosas, dejando cierto protagonismo al conductor, y confirman un andar aplomado en vías rápidas.
Para garantizar un mayor control y seguridad en todo momento, el auto cuenta con un amplio abanico de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción como Control Dinámico de Estabilidad (DSC), Sistema de Control de Tracción (TCS), Sistema Anti-bloqueo (ABS), Asistencia de Frenado (BA) y Distribución Electrónica de Fuerza de Frenado (EBD). El sistema de frenos esta compuesto por frenos de potencia de disco ventilado en las ruedas delanteras y disco sólido en la parte posterior.
