Autor: admin | 19/10/2015
Por Julio Brito A.
Conforme se realizan las investigaciones y los testimonios de los ingenieros involucrados en el fraude ambiental de Volkswagen, resulta que no fue sólo un motor en donde se incorporaron los dispositivos que distorsionaban las emisiones contaminantes. Primero fue el EA 189, en donde se descubrió el fraude y resulta que también se incorporaron al EA 288, pero además no se trató de un solo dispositivo, sino que hay varias versiones. Hay que recordar que el truco se mantuvo durante siete años.
Durante siete años de engaño Volkswagen alteró su software ilegal por cuatro tipos de motores. Portavoces de VW en Europa y los Estados Unidos se negaron a comentar sobre si se han desarrollado múltiples dispositivos de desactivación, citando investigaciones en curso por parte de la empresa y las autoridades de ambas regiones.
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Preguntado sobre el número de personas que pudieron haber conocido la trampa, un portavoz en la sede de VW en Wolfsburg, Alemania, dijo: “Estamos trabajando intensamente para investigar quién sabía qué y cuándo, pero es demasiado pronto para decirlo.” El riesgo es que si existió una gran cadena de participantes en el truqueo, el escándalo tomaría una magnitud de mayores proporciones, porque el fraude sería maquinado, pero a escala corporativa. Es decir, como una forma de actuar institucionalmente.
